Errores al pintar tu casa
En ocasiones es relativamente fácil caer en errores al pintar tu casa. Los motivos por los que caemos en errores al pintar son variados. No siempre ser nosotros mismos los que pintamos conduce a cometerlos. Y no siempre delegar en «profesionales», nos salva de ellos. Hoy daremos unas pinceladas, a seguir para evitar esos errores al pintar. Desde luego que decidirse por profesionales de confianza, es siempre la mejor forma para evitar esos errores.
Pintar tu casa en plena confianza
Detalle:
¿Precisas pintar tu casa? En Pinturas Noroeste, somos expertos en pintar casa y pintar pisos, podrás respirar tranquilo durante nuestra intervención. Después llegará el momento de disfrutar de un trabajo bien hecho. Que cumpla con tus expectativas y no te de sorpresas desagradables. La confianza en quien trabaja en tu casa es clave.
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Los errores al pintar tu hogar
La mayoría de los errores al pintar nuestra casa tienen que ver con la elección de los colores. No solo en los colores elegidos, sino en la forma de combinarlos. Por lo general es tan malo quedarse corto, como pasarse de frenada. El mundo del color es muy extenso, ya os hemos ido dando algunos consejos desde el inicio del Blog. Aún así vamos a ver en qué podemos equivocarnos. Para poder erradicar esos errores al pintar nuestro hogar.
Un solo color, ¿de verdad?
Este es un error que puede llegar a nosotros por distintos caminos. Por sufrir de indecisión, no saber qué colores elegir y tiramos por la calle del medio. O bien porque no creemos en que otros colores puedan «casar» con nuestra forma de ser. Para la elección de los colores hay que tener en cuenta muchos factores, la superficie y volumen de las estancias. La luz, tanto natural como artificial. El estilo de decoración de nuestra vivienda.
Cualquier cosa menos pintar toda la casa del mismo color. Es cierto que el blanco es un color que no pasa de moda. El color eterno para la decoración, pero en toda la casa termina siendo monótono. En la vida hay ya demasiadas cosas rutinarias y monótonas, no nos obliguemos a vivir en un sitio así.
El arco iris, ¡no me lo puedo creer!
Pasamos del defecto al exceso. En ocasiones parece que nuestra casa es una paleta de colores de un pintor. O el muestrario de una marca de pinturas. Como diría mi abuela, «ni tanto, ni tan calvo». Es bueno combinar colores, es bueno usar dos o tres en toda la casa. Pero hacerlo en cada una de las estancias, y con cada pared es excesivo. Puede quedar bien para hacer unas fotos, pero vivir día a día, en esa explosión de color…
La elección de color debe llegar por un estudio de las posibilidades de nuestra casa. Que debemos terminar de rellenar con nuestros gustos y el uso de la vivienda. No es lo mismo las estancias de paso, que las de descanso. No es lo mismo una estancia de juego de los niños, que la estancia de estudio de los mismos. Las necesidades marcan y mucho el cromatismo a elegir.
Trucos de decoración, para no errar
Seguro que os ha pasado. Veis un color en una tienda y quedáis encantados, es el color de vuestra vida. Lo usáis en el salón de casa y ¡este no es el mismo color! Lo peor de todo es que sí, sí es el color elegido. Lo que no es lo mismo es el espacio y la iluminación cuando lo vistes en la tienda y el que tienes en el salón de casa. Por eso es tan importante hacer pruebas de color en las estancias. Comprobar como vemos el color a distintas horas del día. Podemos tener claro la gama cromática, pero la intensidad del color puede variar por las particularidades de nuestra estancia.
Tirar de reglas de decoración facilita las cosas. No sabemos si nos vamos a quedar cortos o largos en la combinación de colores, pues ayudémonos con la regla del 60-30-10. Es evidente lo que significa, podemos combinar tres colores. Uno sería el dominante, que puede estar en el 60% de la decoración. Otro podríamos usarlo en torno al 30% y un último que puede estar reflejado en el 10% de la decoración. El primero debe ser el que llama la atención al entrar, el segundo evita que caigamos en la monotonía y el tercero es la afirmación de nuestra personalidad. Sencillo, ¿no?
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